"Ensayo sobre la realidad que hoy vive la atención a la dependencia"

Cada vez son menos las inversiones que se reciben en el sector de la atención a la dependencia. Empresarios/as, que se dedican a este sector, creen conveniente la existencia de un Ministerio dirigido solo a esto. 
Las listas de espera para poder acceder a un recurso cada vez son más elevadas, y en muchos casos, muchas personas llegan a morir en su hogar sin poder acceder a estos recursos. Lo mismo pasa con las ayudas económicas, es decir, muchas personas no llegan a acceder a recursos económicos por las largas listas de espera. Muchos son los casos conocidos en los que han muerto personas mayores sin poder acceder a estos recursos o esperando a que le sean aprobados, como, por ejemplo, el hecho de una pareja que se debe cuidar conjuntamente, llegando incluso a situaciones muy drásticas, en las que uno/a de los/as dos, sin apenas poder andar debe cuidar de a otra persona por ser un poco más dependiente o por alguna enfermedad. Otro ejemplo, puede ser el de una persona con esclerosis que carece de autonomía por no poder disponer de los recursos necesarios para ser independiente en su medida. Por último, otro ejemplo, y no menos importante son los muchos casos de niños y niñas con diferentes enfermedades que no pueden acceder a todos los recursos disponibles para todos los niños/as, llegando esto a que éstos/as se sientan excluidos.  
Según la estadística, durante 2018, una media de 80 personas murió diariamente esperando recibir las ayudas de la dependencia. 

Los presupuestos que fueron rechazados el pasado mes de febrero tenían una gran atención a la dependencia, la mayor conocida hasta día de hoy, es más, han sido denominados como “los presupuestos más sociales de la historia”. Da mucha rabia que a algunos partidos políticos no le importe la atención a la dependencia, pero su pensamiento no es válido si no les regalamos nuestro voto en próximo 28 de abril. En todo esto, las personas más perjudicadas son las personas mayores, ya que mientras sale un gobierno, se aprueban presupuestos,…  son éstas las que deben esperar mucho más para poder acceder a la atención a la dependencia. Creo que al igual que se pide que se cumplan algunas leyes, se debería pedir el cumplimiento de la Ley de la Dependencia. 
En cuanto al recurso del que se dispone, encontramos el SAAD (Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia) que es un conjunto de servicios y prestaciones económicas destinadas personas, con el fin de la promoción de la autonomía personal y social. 
Otro recurso disponible es la teleasistencia, dirigida a las personas mayores que viven solas y a personas con diversidad funcional, con una doble finalidad: por un lado, dar compañía y apoyo a personas que lo necesitan y, por otro lado, atender en caso de emergencia. 

  • En cuanto al papel que asume la educación social: 
La educación social en el envejecimiento no se ve cómo válida, ya que se considera que la persona durante su envejecimiento ya no está preparada para el aprendizaje, sino que tiene mayor peso la dependencia respecto a la autonomía.  
Esto es completamente erróneo, ya que hay muchas personas mayores que por el hecho de ser mayores no tienen por qué ser dependientes, sino que siguen activos/as y con muchas ganas de seguir aprendiendo. 
Existen muchos prejuicios hacia las personas mayores, excluyendo a éstos/as de muchas actividades de la vida diaria en cuanto llegan a la edad de jubilación, pero los tiempos están cambiando, y son muchas las personas que ven a la persona mayor con utilidad para la sociedad, y no como inutilidad. 
El objetivo principal de la educación social con este colectivo es: conseguir la participación activa e integración en la sociedad de las personas mayores. 

El papel de la educación social en la tercera edad se puede destinar en varias finalidades: 
  • - Conseguir que no se paralice el desarrollo cognitivo en enfermedades como el Alzheimer. 
  • - Adquirir la mayor autonomía personal y social. 
  • - Inclusión del colectivo. 
  • - Mantener a la persona mayor lo más activa posible mediante el aprendizaje. 
  • - Autonomía en las actividades de la vida diaria. 
  • - Estimulación cognitiva. 
  • - Promover la estimulación física y psicológica. 
  • - Planificar, programar y evaluar proyectos destinados a este colectivo. 
  
En mi opinión: el papel del educador o educadora social durante la vejez asume un gran rol, ya que éstos/as quieren luchar para conseguir que no se discrimine a las personas, por el simple hecho de haber entrado en la etapa de la tercera edad. 


FUENTES UTILIZADAS:


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